La fisioterapia domiciliaria se está integrando poco a poco y de manera relativamente reciente, el los planes de intervención de las administraciones públicas.
Surge ante la necesidad de aproximar y personalizar la asistencia a cada paciente e implicar a la familia en el proceso de recuperación en el hogar.
Cada vez existe una mayor sensibilización hacia los beneficios de los cuidados en casa por parte de los usuarios, la sociedad científica y los responsable políticos, por lo que su desarrollo tiende a ser más amplia cada vez.
La atención domiciliaria no tiene como objeto abaratar la asistencia restándole calidad. Surge con una función propia dentro del proceso de recuperación del paciente, demostrando que es una alternativas eficaz, eficiente y de alta calidad frente a los tratamientos hospitalarios. No sólo mantiene la calidad del servicio, sino que se suma el beneficio de la tranquilidad del hogar, además del valor añadido que representa la intervención en un escenario real .
Cuando un anciano se encama como consecuencia de una enfermedad, es importante que el fisioterapeuta le ayude a recuperar rápidamente su movilidad, pues un tratamiento fisioterapéutico adecuado y adaptado a su estadio persigue alcanzar los niveles de función previos y evitar el deterioro de las funciones, potenciado las actividades de la vida diaria y buscando que su estado de salud sea el mejor posible. El tratamiento domiciliario maximiza su calidad de vida y la de sus allegados, favoreciendo de este modo el sistema informal de cuidado